JMV
Nuestra historia
La experiencia bíblica nos dice que siempre que Dios llama pide al hombre una respuesta y le envía a cumplir una misión, recordemos a Samuel, Jeremías, María,…
Zoe siente la llamada en su propio lugar natal, Fain le Moutiers y le responderá a Diosingresando en la Compañía delas Hijas de la Caridad, en París, como Postulante en 1839 y luego en la Casa Madre en enero de 1830, en el Seminario. La misión que Dios le confía a través de María la sabemos por las Apariciones de la Virgen Inmaculada.
1830 es la fecha de un hecho histórico, el comienzo de una ASOCIACIÓN MARIANA. Así lo expresa Sor Catalina Labouré en su comunicación al P. Aladel, su Director:
» La Santísima quiere de usted una Misión: quiere que dé comienzo a una Orden, de la cual usted será su fundador y director. Se trata de una cofradía de Hijos e Hijas de María»…
Otro de los mensajes de la Virgen fue el de mandar acuñar la Medalla Milagrosa, que también será la insignia de la Asociación. El mensaje total de la diversas manifestaciones marianas incidirá en la vida, desarrollo y consolidación del grupo naciente y a lo largo de toda su historia.
Nuestra asociación : GRACIA Y CARISMA
Las raíces de Juventudes marianas se sitúan en el año 1830, la noche del 18 de Julio, en el mensaje de la primera aparición de la Virgen a Santa Catalina Labouré. La aprobación inicial del Papa Pío IX, en 1847, fue ampliada sucesivamente para que la Asociación pueda ser creada en todas las diócesis del mundo.
JMV es un proyecto cristiano, con el carisma vicenciano, que opta por una Pastoral Juvenil en la línea catecumenal y que pretende : «Que los jóvenes lleguen a una maduración integral de la fe, buscando que puedan alcanzar, desde la formación, la celebración y el servicio, la conversión que los signifiquen el mundo como testigos de Jesús de Nazaret, el Evangelizador de los pobres» (Proyecto JMV).
A través del mundo
La realidad internacional de las JMV es de una riqueza extraordinaria, en su diversidad cultural, en su participación en la Nueva Evangelización, en su compromiso al lado de los pobres y con los pobres.
Los jóvenes que llegan a JMV viven inmersos en la sociedad posmoderna actual, por lo tanto asumen sus características : pragmatismo, consumismo, aconfesionalidad, mentalidad científico-técnica … Pero también tienen lo positivo de los valores de la libertad, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, el riesgo, la religiosidad,…
En su mayoría acceden al movimiento desde los colegios de las Hijas de la Caridad y de los PP. Paúles, la Parroquias vicencianas y otras obras de la familia Vicenciana; algunos también proceden de las Misiones Populares llevada a cabo por los Padres Paúles.
Juventudes Marianas Vicencianas a través del mundo se presentan en forma diversa, según los países. Las denominaciones son variadas : JM – Juventud Mariana; JMV – Juventudes Marianas Vicencianas; Juventudes Marianas Vocacionales; Asociación de Hijos de María Inmaculada; Asociación de Hijos de María; MMV – Movimiento Mariano Vicenciano.
El movimiento está presente en los cinco continentes, en ciertos países vive en expansión, en otros está resurgiendo. El número total aproximado de miembros es de unos doscientos mil jóvenes.
El movimiento agrupa desde niños a partir de los diez años hasta jóvenes adultos, universitarios y trabajadores. En España se sigue el Proceso Catecumenal a través de las etapas: Infantiles, Juveniles, Jóvenes, Adultos y F.M.V. (Familias Marianas Vicencianas).
Formación humana y cristiana
En todos los países, nuestra Asociación es un lugar privilegiado de formación humana, cristiana y apostólica. Teniendo en cuenta las realidades que afectan a los jóvenes hoy, aparecen nuevos desafíos, porque la fe y los valores de ayer se ponen en tela de juicio; y los jóvenes no tienen puntos de referencia.
El camino catecumenal se propone bajo las formas diferentes en los distintos aspectos de la formación: vida de grupo-comunidad en reuniones los fines de semana, convivencias, campamentos, ejercicios espirituales, acompañamiento personalizado,…permiten poner en práctica progresivamente unas bases para una vida humana y cristiana, tanto de los jóvenes como de los responsables.
- Las líneas de fuerza del Proceso Catecumenal son :
- La formación sistemática, catequesis y cursillos.
- La celebración de los ritos : oración, Palabra y Sacramentos.
- El encuentro en comunidad.
- El seguimiento, persona a persona, que ayude al joven a crecer como persona y a optar como cristiano.
- El servicio directo al pobre al que hay que servir integralmente desde la promoción humana y la proclamación del Evangelio.
- El seguimiento de las etapas según el proyecto de Cristo.
Al mismo tiempo se da una formación mariana a través de las celebraciones festivas que se realizan con ocasión de las fiestas de María, principalmente a partir del mensaje de 1830, novenas, marchas, peregrinaciones, el rezo del rosario, la difusión de la medalla de María Inmaculada.